martes, 26 de enero de 2010
Tuvo que soñar con él, para darse cuenta que ese día lo perdería, y esta vez no sería como otras. Ya se daba por vencida, y simplemente se puso de pie, se tragó sus lágrimas, se acercó, se moría de ganas por besarlo, pero apenas consiguió valor para tomar su decisión, se despidió. Se alejaba y prefirió no voltear para no arrepentirse, mientras el nudo en su garganta crecía, y de lo que fue un día no quedaba nada.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario